Constituye un problema frecuente e importante durante la actividad física porque la perdida de líquidos aumenta con el sudor, particularmente en climas cálidos o ambientes húmedos.
El problema se incrementa por la dificultad para reponer los líquidos durante el ejercicio y más aúnen los casos en que, por creencias equivocadas, los entrenadores, personal trainers o preparadores físicos impiden que el deportista ingiera líquidos.
En climas cálidos y en actividades intensas, la perdida de líquido puede ser muy pronunciada y llega a veces a cifras muy altas como 4,5 o más litros, lo cual trae aparejado un aumento de la temperatura corporal. Su consecuencia, la deshidratación, origina una manifiesta disminución del rendimiento.
En la deshidratación se producen, en orden creciente, los siguientes síntomas:
El problema se incrementa por la dificultad para reponer los líquidos durante el ejercicio y más aúnen los casos en que, por creencias equivocadas, los entrenadores, personal trainers o preparadores físicos impiden que el deportista ingiera líquidos.
En climas cálidos y en actividades intensas, la perdida de líquido puede ser muy pronunciada y llega a veces a cifras muy altas como 4,5 o más litros, lo cual trae aparejado un aumento de la temperatura corporal. Su consecuencia, la deshidratación, origina una manifiesta disminución del rendimiento.
En la deshidratación se producen, en orden creciente, los siguientes síntomas:
- Sed intensa.
- Sequedad de piel y mucosas.
- Elevación de la temperatura.
- Taquicardia.
- Disnea.
- Incoordinación neuromuscular.
- Mareos intensos.
Incluso se puede llegar al golpe de calor, que se manifiesta, por convulsiones, alucinaciones y estado de sopor, y si no hay una rápida rehidratación, sobreviene la muerte.
Durante la actividad física conviene efectuar la reposición del agua perdida, para lo cual, no existe ninguna contraindicación, siempre que sea en pequeñas dosis y varias veces.
No hay que beber grandes cantidades de golpe porque puede producirse una distensión del estómago, y ello dificulta la normal excursión del diafragma y provoca sensación de disnea.
Durante ejercicios muy intensos en ambientes muy cálidos, además de la pérdida de agua, también se pierde sal, la que debe reponerse durante las comidas; y si hay grandes pérdidas de agua, conviene aumentar la cantidad de sal en los alimentos para que el individuo sienta más sed y aumente el consumo del agua; de esa manera retendrá más y por lo tanto perder más, demorando la aparición de la deshidratación y manteniendo más tiempo la temperatura.
En casos de entrenamientos o competencias agotadoras que ocasionan rápida deshidratación conviene dar agua con pequeñísimas cantidades de cloruro de sodio a media que el deportista sienta sed en forma periódica.
Si la deshidratación dura más de 24 horas, se la puede considerar crónica y por lo común se la provoca en forma voluntaria. Los boxeadores, luchadores y físico culturistas para mantenerse en categoría o por competencia, restringen al máximo la ingestión de líquidos y sal, inclusive a veces esto es fomentado por los mismos entrenadores. Eso suele ser contraproducente si se considera la disminución de la fuerza, la velocidad y la resistencia, sobre todo la cardiocirculatoria, que ello provoca.
Durante la actividad física conviene efectuar la reposición del agua perdida, para lo cual, no existe ninguna contraindicación, siempre que sea en pequeñas dosis y varias veces.
No hay que beber grandes cantidades de golpe porque puede producirse una distensión del estómago, y ello dificulta la normal excursión del diafragma y provoca sensación de disnea.
Durante ejercicios muy intensos en ambientes muy cálidos, además de la pérdida de agua, también se pierde sal, la que debe reponerse durante las comidas; y si hay grandes pérdidas de agua, conviene aumentar la cantidad de sal en los alimentos para que el individuo sienta más sed y aumente el consumo del agua; de esa manera retendrá más y por lo tanto perder más, demorando la aparición de la deshidratación y manteniendo más tiempo la temperatura.
En casos de entrenamientos o competencias agotadoras que ocasionan rápida deshidratación conviene dar agua con pequeñísimas cantidades de cloruro de sodio a media que el deportista sienta sed en forma periódica.
Si la deshidratación dura más de 24 horas, se la puede considerar crónica y por lo común se la provoca en forma voluntaria. Los boxeadores, luchadores y físico culturistas para mantenerse en categoría o por competencia, restringen al máximo la ingestión de líquidos y sal, inclusive a veces esto es fomentado por los mismos entrenadores. Eso suele ser contraproducente si se considera la disminución de la fuerza, la velocidad y la resistencia, sobre todo la cardiocirculatoria, que ello provoca.
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