Después de un ejercicio muscular agotador, particularmente en personas no entrenadas, puede producirse dolor, cierta rigidez y endurecimiento del musculo más afectado por el trabajo.
El dolor es siempre lo primero en aparecer y puede haberse experimentado durante el ejercicio, en tanto que la rigidez y el endurecimiento son posteriores y pueden durar bastante tiempo.
Al reanudar las actividades al día siguiente, se lo hace con dolores musculares, que al poco tiempo desaparecen y pueden volver después del trabajo físico, junto con rigideces y endurecimientos musculares nuevamente.
Este proceso depende del tipo de trabajo realizado y se relaciona con la falta de entrenamiento, inclusive los atletas lo padecen en el comienzo de sus períodos de entrenamientos, también llamados Pretemporada, después de los descansos o vacaciones.
Por poseer inervación termoalgésica, el musculo puede dolor al cabo de actividades intensas.
La causa puede estar vinculada con la acumulación de metabolitos ácidos celulares y modificaciones bioquímicas de la fibra muscular, con posible aumento de la presión osmótica intracelular y extracelular, e instalación de edema que comprimiría los filetes nerviosos y haría aparecer el dolor, fundamentalmente en la fibras más exigidas durante la actividad física.
Los dolores tardíos, que aparecen 8 o 24 horas posteriores a la actividad, se deberían a rupturas de fibras musculares o de su sarcolema, que constituyen verdaderos microdesgarros. Este tipo de dolor puede durar varios días y es más frecuente en aquellos músculos que realizan contracciones excéntricas, o sea que son estirados mientras se contraen.
El dolor generalizado a todo el músculo necesita únicamente reposo o continuar la actividad en forma leve. En cambio el dolor localizado, producido por roturas musculares, exige más tiempo de reposo y calor, que provoca vasodilatación, con lo cual desaparecen los metabolitos ácidos difusibles y arriban los elementos plásticos necesarios para la recomposición celular.
En el caso de dolores musculares severos que no respondan a un cansancio muscular justificado, cuando existan problemas de circulación en la zona afectada por el dolor, cuando se presenta hinchazón, infección, fiebre o falta de movilidad en el músculo, se recomienda consultar con un profesional de la salud para que proceda a un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Advertencia: Mundo Training no es un consultor médico. Si cree que requiere ayuda, por favor consulte con un profesional de la salud.
El dolor es siempre lo primero en aparecer y puede haberse experimentado durante el ejercicio, en tanto que la rigidez y el endurecimiento son posteriores y pueden durar bastante tiempo.
Al reanudar las actividades al día siguiente, se lo hace con dolores musculares, que al poco tiempo desaparecen y pueden volver después del trabajo físico, junto con rigideces y endurecimientos musculares nuevamente.
Este proceso depende del tipo de trabajo realizado y se relaciona con la falta de entrenamiento, inclusive los atletas lo padecen en el comienzo de sus períodos de entrenamientos, también llamados Pretemporada, después de los descansos o vacaciones.
Por poseer inervación termoalgésica, el musculo puede dolor al cabo de actividades intensas.
La causa puede estar vinculada con la acumulación de metabolitos ácidos celulares y modificaciones bioquímicas de la fibra muscular, con posible aumento de la presión osmótica intracelular y extracelular, e instalación de edema que comprimiría los filetes nerviosos y haría aparecer el dolor, fundamentalmente en la fibras más exigidas durante la actividad física.
Los dolores tardíos, que aparecen 8 o 24 horas posteriores a la actividad, se deberían a rupturas de fibras musculares o de su sarcolema, que constituyen verdaderos microdesgarros. Este tipo de dolor puede durar varios días y es más frecuente en aquellos músculos que realizan contracciones excéntricas, o sea que son estirados mientras se contraen.
El dolor generalizado a todo el músculo necesita únicamente reposo o continuar la actividad en forma leve. En cambio el dolor localizado, producido por roturas musculares, exige más tiempo de reposo y calor, que provoca vasodilatación, con lo cual desaparecen los metabolitos ácidos difusibles y arriban los elementos plásticos necesarios para la recomposición celular.
En el caso de dolores musculares severos que no respondan a un cansancio muscular justificado, cuando existan problemas de circulación en la zona afectada por el dolor, cuando se presenta hinchazón, infección, fiebre o falta de movilidad en el músculo, se recomienda consultar con un profesional de la salud para que proceda a un diagnóstico y tratamiento adecuado.
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