Todos las personas vivimos rodeados por un medio externo, que puede ser gaseoso o líquido, pero las células que constituyen nuestro cuerpo se encuentran rodeada por un medio líquido, denominado medio interno.
Con este medio interno las células hacen un permanente intercambio de sustancias; en él toman sus nutrientes y el oxígeno y allí depositan sus desechos.
El medio interno debe permanecer constante para cumplir normalmente su función, y el mantenimiento de su constancia lo realiza la sangre gracias a su continua movilización por la acción del aparato circulatorio.
Permanentemente se producen cambios de sustancias y energía, a pesar de lo cual el organismo mantiene estable la composición del medio interno.
El Agua
Constituye el medio donde tienen lugar todos los procesos vitales. Es el elemento más abundante del organismo y sirve de vehículo en los procesos de absorción, transporte, secreción, excreción e intercambio. El agua cumple funciones fundamentales y una de ellas es la termorregulación. La misma proviene de la ingesta de bebidas y de la contenido en alimentos; secundariamente deriva de las combustiones celulares.
Se absorbe en el aparato digestivo, principalmente en el intestino delgado y en parte en el intestino grueso. Se elimina por varias vías como la cutánea, cumpliendo la función de termorregulación, por vía respiratoria al humedecer el aire que respiramos, por el intestino y por el riñón donde se excretan entre 1000 a 1500 ml diarios, y con ello se cumple la función de desintoxicación de los elementos hidrosolubles, como la urea.
El agua es fundamental para equilibrar las reacciones enzimáticas.
El agua debe contener sodio, potasio y cloro, para que el riñón no la elimine completamente a través de la orina. El sodio, que se encuentra en el agua, es el soluto más importante para el balance hidroelectrolítico del cuerpo, fundamental para mantener el organismo en un perfecto equilibrio.
Los especialistas recomiendan consumir dos litros y medio de agua diarios, sobre todo en verano, cuando a través de la transpiración se pierde un alto porcentaje de agua. Esto es, alrededor de 1,5 ml por kilo de peso corporal al día.
El agua tonifica el organismo y es especialmente beneficiosa para los deportistas.
Asimismo, ayuda al cuerpo a utilizar los depósitos de grasa para convertirlos en energía y para eliminarlos mediante la orina.
En cuanto a su efecto estético, el agua ayuda a hidratar piel y músculos. Así, un cuerpo bien hidratado y tonificado por el agua se refleja en una piel tersa y en un tejido muscular más firme y elástico.
Una persona puede pasar alrededor de cinco semanas sin recibir proteínas, carbohidratos y grasas, pero no puede sobrevivir más de cinco días sin beber agua.
Bebidas para la hidratación de los deportistas
¿Qué son las bebidas que se toman para evitar la deshidratación?
Las bebidas para la hidratación de los deportistas son líquidos que se encargan de reponer agua y electrolitos perdidos al sudar durante el ejercicio o por el intenso calor.
Se toman antes, durante y después del ejercicio.
En general son agua a la que se añaden sales minerales, vitaminas y minerales, y en algunos casos hidratos en baja concentración (5-7%) si se van a tomar antes o durante el entrenamiento.
Si bien con agua debería bastar para recuperar la hidratación, la ventaja es que aportan algo más que agua y su sabor agradable puede hacerte más fácil beber líquidos y recuperarte más rápidamente.
Con este medio interno las células hacen un permanente intercambio de sustancias; en él toman sus nutrientes y el oxígeno y allí depositan sus desechos.
El medio interno debe permanecer constante para cumplir normalmente su función, y el mantenimiento de su constancia lo realiza la sangre gracias a su continua movilización por la acción del aparato circulatorio.
Permanentemente se producen cambios de sustancias y energía, a pesar de lo cual el organismo mantiene estable la composición del medio interno.
El Agua
Constituye el medio donde tienen lugar todos los procesos vitales. Es el elemento más abundante del organismo y sirve de vehículo en los procesos de absorción, transporte, secreción, excreción e intercambio. El agua cumple funciones fundamentales y una de ellas es la termorregulación. La misma proviene de la ingesta de bebidas y de la contenido en alimentos; secundariamente deriva de las combustiones celulares.
Se absorbe en el aparato digestivo, principalmente en el intestino delgado y en parte en el intestino grueso. Se elimina por varias vías como la cutánea, cumpliendo la función de termorregulación, por vía respiratoria al humedecer el aire que respiramos, por el intestino y por el riñón donde se excretan entre 1000 a 1500 ml diarios, y con ello se cumple la función de desintoxicación de los elementos hidrosolubles, como la urea.
El agua es fundamental para equilibrar las reacciones enzimáticas.
El agua debe contener sodio, potasio y cloro, para que el riñón no la elimine completamente a través de la orina. El sodio, que se encuentra en el agua, es el soluto más importante para el balance hidroelectrolítico del cuerpo, fundamental para mantener el organismo en un perfecto equilibrio.
Los especialistas recomiendan consumir dos litros y medio de agua diarios, sobre todo en verano, cuando a través de la transpiración se pierde un alto porcentaje de agua. Esto es, alrededor de 1,5 ml por kilo de peso corporal al día.
El agua tonifica el organismo y es especialmente beneficiosa para los deportistas.
Asimismo, ayuda al cuerpo a utilizar los depósitos de grasa para convertirlos en energía y para eliminarlos mediante la orina.
En cuanto a su efecto estético, el agua ayuda a hidratar piel y músculos. Así, un cuerpo bien hidratado y tonificado por el agua se refleja en una piel tersa y en un tejido muscular más firme y elástico.
Una persona puede pasar alrededor de cinco semanas sin recibir proteínas, carbohidratos y grasas, pero no puede sobrevivir más de cinco días sin beber agua.
Bebidas para la hidratación de los deportistas
¿Qué son las bebidas que se toman para evitar la deshidratación?
Las bebidas para la hidratación de los deportistas son líquidos que se encargan de reponer agua y electrolitos perdidos al sudar durante el ejercicio o por el intenso calor.
Se toman antes, durante y después del ejercicio.
En general son agua a la que se añaden sales minerales, vitaminas y minerales, y en algunos casos hidratos en baja concentración (5-7%) si se van a tomar antes o durante el entrenamiento.
Si bien con agua debería bastar para recuperar la hidratación, la ventaja es que aportan algo más que agua y su sabor agradable puede hacerte más fácil beber líquidos y recuperarte más rápidamente.
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