martes, 7 de julio de 2009

El sedentario



Unos de los grandes problemas de la vida moderna es el sedentarismo, unido a la tensión provocada por el trabajo, el ansia de progreso con su estrés permanente y las dificultades socioeconómicas cada vez más acuciantes.

Este es uno de los factores de riesgo que, junto con la obesidad y las dislipidemias, predisponen a las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en el mundo actual.

Las causas que inclinan a la arterioesclerosis y, por consiguiente, a las coronariopatías y su consecuencia, EL INFARTO, son denominadas factores de riesgo y comprenden:

· Herencia.
· Hipertensión arterial.
· Diabetes.
· Hiperlipidemia.
· Obesidad.
· Tabaquismo.
· Estrés permanente.

La actividad física bien orientada y acompañada de hábitos de vida sanos, buena alimentación, sin grasas, y suprimiendo los tóxicos como el tabaco y el alcohol en exceso, impiden o retardan la aparición de la arteriosclerosis.

Entrenando regularmente se evita el sedentarismo, se mejora el sueño, pues se llega indudablemente más cansado a la hora de dormir, mejora el estado de vida, y por la vasodilatación produce neoformación capilar, es decir crea verdaderos bypass microscópicos y permite una mejor irrigación del tejido muscular, incluido el corazón.

Un buen programa de entrenamiento físico para el sedentario tiene como objetivo fundamental la mejoría de la capacidad general, sin el desarrollo desmesurado de la fuerza, acrecentando sus cualidades físicas, el desarrollo de las fuentes de producción de energía y los sistemas de transporte de oxígeno. Con eso el individuo obtendrá eficacia en los movimientos mejorando la destreza y la coordinación facilitando la relajación muscular.

¿Cómo comienzo?

Antes que nada es recomendable realizar un completo examen médico prescripto por un profesional de la salud.

Luego conseguir un buen programa de entrenamiento que conste de cuatro etapas:

Etapa 1 Objetivos: reforzar el sistema de trasporte de oxígeno y las fuentes de producción de energía. Esto lo logras con caminatas, trotes, o ciclismo (outdoor/indoor) y su duración no debe ser mayor a los 30 minutos.

Etapa 2 Objetivos: fortalecer el sistema orteoarticular y muscular con ejercicios de flexión y extensión.

Etapa 3 Objetivos: reforzar el sistema muscular con el desarrollo de la fuerza y la resistencia musculares

Etapa 4 Objetivos: atender el sistema neuromuscular con ejercicios de relajación y respiratorios compensatorios.

La experiencia clínica y las estadísticas ha revelado que el entrenamiento físico dilata las coronarias y multiplica los capilares del miocardio, lo cual significa que la actividad física es un buen método para prevenir el infarto de miocardio.




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