El DEPORTE, en los niños, es fundamental. Contribuye al desarrollo físico y psíquico.
Hay que procurar que el niño haga el deporte que le conviene, según sus posibilidades y la finalidad que buscamos en la práctica deportiva.
Siempre hay un deporte adecuado para la edad y condiciones físicas y mentales que tenga el niño en cualquier momento de su desarrollo. Hay que asegurarse que cada niño, con independencia de sus facultades físicas y de sus talentos deportivos psicomotrices, tenga su oportunidad para actuar, y lo aconsejable es que sea una actividad libre, que surja de sus propios deseos y motivaciones. Es así como el deporte que se inicia en la niñez o en la juventud se convierte en una actividad para toda la vida y se transforma en una alternativa apta para vivir saludablemente.
En el aspecto físico no hay nada que añadir por cuanto se sobreentiende que la práctica deportiva va a mejorarlo. En la faceta del desarrollo intelectual, todos, los que escriben sobre este tema, están de acuerdo con la conveniencia de que el niño realice ejercicio. Siempre con la atenta mirada de un entrenador eficiente y capacitado.
Beneficios
• Les ayuda a conocer a otros niños.
• A sujetarse a ciertas reglas.
• Romper su timidez en sus relaciones con otras personas.
• Frenará sus impulsos excesivos.
• Se hará menos individual y colaborará a conseguir un objetivo general.
• Aprenderá a obedecer a alguien que sabe más.
Hacer deporte en la infancia repercute positivamente en la edad adulta.
Los niños que practican algún tipo de deporte fuera del horario escolar tienen mejor capacidad física y evidentemente, mejor salud que los que solamente cumplen las horas lectivas de Educación Física. Estos poseen más capacidad aeróbica y anaeróbica, más masa muscular y más densidad mineral ósea.
Además, se ha comprobado que el porcentaje de problemas de obesidad en niños aficionados al deporte es menor que en los que no lo son y los huesos de los deportistas se fortalecen con más facilidad.
De la misma forma, las personas que durante su infancia han acumulado más masa ósea tienen un menor riesgo de sufrir osteoporosis durante la vejez.
Es más fácil inculcar hábitos saludables a edades tempranas que eliminar hábitos malos o autodestructivos en la edad adulta.
Sedentarismo, tabaquismo, sobrepeso, inadecuada alimentación y otras variables están presentes en la génesis y desarrollo de las llamadas enfermedades degenerativas, que se asocian a los males del mundo desarrollado, arteriosclerosis, artrosis, diabetes tipo II, etc.. Estas patologías, aunque se manifiestan en la edad adulta, comienzan a gestarse en la infancia. Y es entonces cuando se pueden comenzar a prevenir, entre otras maneras, practicando deporte.
Consideraciones
Nunca se deberá forzar a su hijo a participar en una actividad deportiva que él rechaza.
Dos cosas fundamentales han de realizarse antes de que se autorice a su hijo a practicar deporte.
COMPROBACIÓN DE QUE ESTÁ CORRECTAMENTE VACUNADO: La vacunación del niño es importante para evitar el contagio de ciertas enfermedades.
CERTIFICADO MÉDICO DE APTITUD PARA REALIZARLO: Antes de que se inicie en cualquier deporte, habrá de realizársele una Revisación Médica que consistirá en ver que no hay ninguna contraindicación para que lo ejercite.
Es recomendable tener en cuenta:
• Pulmón y corazón.
• Análisis rutinario para descarta anemia, diabetes, alteraciones renales, etc.
• Exploración de su constitución músculo esquelético.
• Visión y audición.
• Valorar su desarrollo. Que su peso y talla sean las adecuadas para la disciplina deportiva elegida.
• Tensión arterial, sobre todo si hay hipertensos en la familia.
• Hay deportes que exigirán una protección especial a fin de que no sufran incidentes más o menos graves. Por ejemplo los cascos de los ciclistas o la careta de los porteros de hockey.
Hay que procurar que el niño haga el deporte que le conviene, según sus posibilidades y la finalidad que buscamos en la práctica deportiva.
Siempre hay un deporte adecuado para la edad y condiciones físicas y mentales que tenga el niño en cualquier momento de su desarrollo. Hay que asegurarse que cada niño, con independencia de sus facultades físicas y de sus talentos deportivos psicomotrices, tenga su oportunidad para actuar, y lo aconsejable es que sea una actividad libre, que surja de sus propios deseos y motivaciones. Es así como el deporte que se inicia en la niñez o en la juventud se convierte en una actividad para toda la vida y se transforma en una alternativa apta para vivir saludablemente.
En el aspecto físico no hay nada que añadir por cuanto se sobreentiende que la práctica deportiva va a mejorarlo. En la faceta del desarrollo intelectual, todos, los que escriben sobre este tema, están de acuerdo con la conveniencia de que el niño realice ejercicio. Siempre con la atenta mirada de un entrenador eficiente y capacitado.
Beneficios
• Les ayuda a conocer a otros niños.
• A sujetarse a ciertas reglas.
• Romper su timidez en sus relaciones con otras personas.
• Frenará sus impulsos excesivos.
• Se hará menos individual y colaborará a conseguir un objetivo general.
• Aprenderá a obedecer a alguien que sabe más.
Hacer deporte en la infancia repercute positivamente en la edad adulta.
Los niños que practican algún tipo de deporte fuera del horario escolar tienen mejor capacidad física y evidentemente, mejor salud que los que solamente cumplen las horas lectivas de Educación Física. Estos poseen más capacidad aeróbica y anaeróbica, más masa muscular y más densidad mineral ósea.
Además, se ha comprobado que el porcentaje de problemas de obesidad en niños aficionados al deporte es menor que en los que no lo son y los huesos de los deportistas se fortalecen con más facilidad.
De la misma forma, las personas que durante su infancia han acumulado más masa ósea tienen un menor riesgo de sufrir osteoporosis durante la vejez.
Es más fácil inculcar hábitos saludables a edades tempranas que eliminar hábitos malos o autodestructivos en la edad adulta.
Sedentarismo, tabaquismo, sobrepeso, inadecuada alimentación y otras variables están presentes en la génesis y desarrollo de las llamadas enfermedades degenerativas, que se asocian a los males del mundo desarrollado, arteriosclerosis, artrosis, diabetes tipo II, etc.. Estas patologías, aunque se manifiestan en la edad adulta, comienzan a gestarse en la infancia. Y es entonces cuando se pueden comenzar a prevenir, entre otras maneras, practicando deporte.
Consideraciones
Nunca se deberá forzar a su hijo a participar en una actividad deportiva que él rechaza.
Dos cosas fundamentales han de realizarse antes de que se autorice a su hijo a practicar deporte.
COMPROBACIÓN DE QUE ESTÁ CORRECTAMENTE VACUNADO: La vacunación del niño es importante para evitar el contagio de ciertas enfermedades.
CERTIFICADO MÉDICO DE APTITUD PARA REALIZARLO: Antes de que se inicie en cualquier deporte, habrá de realizársele una Revisación Médica que consistirá en ver que no hay ninguna contraindicación para que lo ejercite.
Es recomendable tener en cuenta:
• Pulmón y corazón.
• Análisis rutinario para descarta anemia, diabetes, alteraciones renales, etc.
• Exploración de su constitución músculo esquelético.
• Visión y audición.
• Valorar su desarrollo. Que su peso y talla sean las adecuadas para la disciplina deportiva elegida.
• Tensión arterial, sobre todo si hay hipertensos en la familia.
• Hay deportes que exigirán una protección especial a fin de que no sufran incidentes más o menos graves. Por ejemplo los cascos de los ciclistas o la careta de los porteros de hockey.
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