Se entiende por flexibilidad la capacidad de aprovechar las posibilidades de movimiento de las articulaciones lo más óptimamente posible. Esta depende del tipo de articulación, de la longitud y la elasticidad de los ligamentos, de la resistencia del musculo contra la cual se trabaja en el estiramiento y de las partes blandas situadas alrededor de la articulación.
La flexibilidad de la columna alcanza su máximo a la edad de los 8 a 9 años y después decrece constantemente. El máximo del desarrollo de la flexibilización se produce entre los 12 y 14 años. La edad optima para mejorar la flexibilidad de la columna vertebral, la cadera y la cintura escapular se sitúa entre los 10 y los 13 años.
Se pueden producir daños si las articulaciones se entrenan en forma poco económica, desequilibrada o con sobre carga.
La fuerza es la capacidad del ser humano de superar o de actuar en contra de una resistencia exterior basándose en los procesos nerviosos y metabólicos de la musculatura. El trabajo dinámico de la fuerza se basa en ejercicios excéntricos (estiramiento) y concéntricos (acortamiento), mientras que el trabajo estático se fundamenta en ejercicios isométricos (tensión elevada) de la musculación.
La fuerza se incrementa después de los 13 a 14 años, con diferencias según el sexo a los 11 años. Una capacidad de entrenamiento ventajosa se establece al alcanzar un nivel suficiente de testosterona en las células.
En la niñez hay de desechar los ejercicios puros de fuerza y dar preferencia a los ejercicios variados dinámicos, en cuyo caso el aparato motor pasivo, en especial la columna vertebral, ha de quedar descargado.
El entrenamiento con pesas sólo se debe iniciar una vez que la columna vertebral haya madurado.
La flexibilidad de la columna alcanza su máximo a la edad de los 8 a 9 años y después decrece constantemente. El máximo del desarrollo de la flexibilización se produce entre los 12 y 14 años. La edad optima para mejorar la flexibilidad de la columna vertebral, la cadera y la cintura escapular se sitúa entre los 10 y los 13 años.
Se pueden producir daños si las articulaciones se entrenan en forma poco económica, desequilibrada o con sobre carga.
La fuerza es la capacidad del ser humano de superar o de actuar en contra de una resistencia exterior basándose en los procesos nerviosos y metabólicos de la musculatura. El trabajo dinámico de la fuerza se basa en ejercicios excéntricos (estiramiento) y concéntricos (acortamiento), mientras que el trabajo estático se fundamenta en ejercicios isométricos (tensión elevada) de la musculación.
La fuerza se incrementa después de los 13 a 14 años, con diferencias según el sexo a los 11 años. Una capacidad de entrenamiento ventajosa se establece al alcanzar un nivel suficiente de testosterona en las células.
En la niñez hay de desechar los ejercicios puros de fuerza y dar preferencia a los ejercicios variados dinámicos, en cuyo caso el aparato motor pasivo, en especial la columna vertebral, ha de quedar descargado.
El entrenamiento con pesas sólo se debe iniciar una vez que la columna vertebral haya madurado.
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