lunes, 22 de junio de 2009

La Elección de una Disciplina deportiva


¿Cuál deporte elegir para nuestros hijos?

Esta pregunta se formula diariamente, y no siempre encontramos la respuesta adecuada, o cuando la damos, no disponemos de fundamentos suficientes para tener la certeza de estar orientando correctamente a nuestros hijos.
Antes de la pubertad se sugiere que el niño desarrolle actividad deportiva libre, con acento en la faz lúdica, evitando la competencia desmedida y los deportes únicos y unilaterales.
Padres

Existen tres tipos de padres


• Aquellos que consideran al deporte como una alternativa apta para el desarrollo psicofísico de sus hijos.
• Los que tuvieron un pasado brillante en su historia deportiva y pretenden que sus hijos los imiten.
• Los que jamás les atrajo la actividad física y exigen a sus hijos ser deportistas ejemplares.

Niños


Con respecto a los niños, es importante conocer, antes de iniciar alguna actividad, cómo es un día en la vida de éste. El deporte refiere una obligación más de la que ya tiene y, por lo tanto, le resta tiempo a su estudio, su familia, su reposo, su alimentación o su actividad social. En consecuencia, es muy importante tener en cuenta la actividad diaria del niño para lograr una coordinación de las tareas escolares y extraescolares.

Al elegir un deporte para niños la primavera y el verano son épocas propicias para iniciar una actividad deportiva al aire libre: marcha, paseo, senderismo, natación, bicicleta, etc. De paso el niño aprenderá también a amar y disfrutar de la naturaleza.


RECUERDE QUE:

Hay que orientar al niño a la hora de elegir una actividad deportiva, pero siempre respetando sus preferencias.

La actividad deportiva tiene que ser acorde con las cualidades del niño y a su constitución corporal.
Debe practicarlo con carácter lúdico, sin que suponga sacrificios ni sufrimientos.
Puede tener un componente competitivo, pero dentro de unos límites, y desde luego, hay que evitar inculcarle el afán de ser "el mejor, el primero, porque ser el segundo es un fracaso". A menudo y sin darse cuenta los padres estimulan el instinto competitivo y están sembrando futuras frustraciones.

La actividad deportiva debe contribuir al desarrollo integral del niño. Si se decanta por un deporte especializado, hay que complementarlo con otras actividades que neutralicen los efectos de una especialización y que contribuyan a evitar desequilibrios y asimetrías físicas. La natación es un complemento ideal para otras actividades.


El crecimiento óseo es una aventura para el niño, hay que respetarlo y evitar deportes que puedan suponer una agresión a los cartílagos de crecimiento y al desarrollo equilibrado de los huesos.


Hay que acostumbrarle a que haga el calentamiento necesario, que prepare el cuerpo para la actividad que va a desarrollar, y al finalizar la misma que haga relajación y estiramientos.


DEPORTES DE BAJO RIESGO, considerados beneficiosos: natación, ciclismo, básquet, patinaje entre otros.


DEPORTES A CONSIDERAR: tenis, squash, equitación, gimnasia en suelo, danza clásica, judo, esgrima, esquí.


DEPORTES CON RIESGO CIERTO: rugby, fútbol, wind surf, esquí náutico.


El profesor de educación física sabrá guiar a los padres en la elección de las actividades físicas deportivas, facilitando de esta forma el crecimiento y desarrollo normales del niño. Ello se consigue estimulando la correcta formación física de base, la educación del movimiento y la creatividad, favoreciendo las actividades coordinadas perceptivo motoras, realizando trabajos físicos de intensidad media y poniendo el acento en el juego y la socialización.


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